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jueves, 17 de noviembre de 2016

El anuncio de la Lotería de Navidad 2016: Diosssssss

Ya esta aquí. Más esperado que el clásico Barça-Madrid, que el "Escondidos" (cobra incluida) de Bisbi y Chenoa o que las rebajas de "El Corte Inglés": el anuncio de la Lotería de Navidad.


Lotería de Navidad: 1998-2013

En la historia de los anuncios de la Lotería de Navidad (sí, con mayúsculas) hay un antes y un después de "El Calvo de la Navidad" (también con mayúsculas) que debutó allá por 1998.


A partir de la idea del Calvo de la Navidad se sucedieron una serie de anuncios muy bien hechos, de gran calidad visual, todo muy "pro" pero que nadie recuerda. Como en las pelis cuando empiezas diciendo que la fotografía es bonita, malo.

Preciosísisisimos, con magníficas y oportunas referencias a la Diosa Fortuna, mucha nieve (que pensarán en las Islas Canarias) y mucho amor, pero no llegaban al público. No transmitían. 


Lotería de Navidad del 2013

Así transitábamos en el aburrimiento, en lo previsible, en la indiferencia, en la rutina de los 30 años de casados cuando saltó la banca en el 2013 con el Anuncio (sí, con mayúsculas) del Gran RAPHAEL y Montserrat Caballé. También salían Marta Sánchez, Niña Pastori y Bustamante pero nadie los recuerda como nadie sabe que Capdevila jugó la final de Mundial de Sudáfrica (lateral izquierdo)


Ese anuncio fue la bomba:  les salió bien la jugada gracias a las redes sociales, a los memes y a eso tan español que es "el cachondeito" porque, la verdad, es que el pobre era malo, cursi y ñoño.

Miedito...
Miedito. 
El pánico que pasaron varias generaciones de niños con la cara de asesinos en serie de nuestro reputados artistas está en la memoria colectiva del país. Historia pura. Nunca sabremos si los creativos eran unos genios que consiguieron sacar lo más frikie de los protas o fue puro churro: yo me inclino por la suerte. 

Con el exitazo del 2013 la presión sobre los publicistas del 2014 era enorme, se pusieron las pilas, se lo curraron y sacaron buena nota.


Lotería de Navidad del 2014 y 2015. 

Antonio y Manuel y su café a 21 euros emocionaba porque a todos nos ofrecen cada diciembre 450 números diferentes en el trabajo: el del pueblo de la auxiliar de la tercera, el de la hermana de la enfermera de la quinta que los compró en Santiago y es Año Jacobeo, el del servicio, el de urgencias, el del bar, el oficial del hospital y uno que nadie sabe de donde salió. 


Así que es fácil identificarnos con el desgraciado que ese año no compra en el bar donde se ha dejado media vida y dos tercios de su hígado y va y toca. No solo eso, también nos imaginamos en el papel del dueño del bar que le ha guardado el número en un acto de bondad sin límites, porque siempre, en nuestras fantasías, somos sabios, buenos, altos y guapos.

Un acierto. 

Aprovechando que había salido bien tiraron más de lagrimita en el 2015 con "Justino y la Fábrica de Maniquís". De entrada comentar una cosa: Justino. Quizás era para desagraviar un nombre ligado para siempre a la coletilla "un asesino de la tercera edad", para darle un toque positivo al nombrecito o quizás porque el director creativo del anuncio se llama Justino. No sé...

El mensaje era el mismo: sé buena persona, quiere a la gente y recibirás premio, rollo karma. Sonríe  al mundo y el mundo te sonreirá. Todo muy Coelho pero venga, tira que te va, eran dibujitos, era amable, un poco diferente. Mismo perro distinto collar. Pasable.

Pero el de este año... no, hijo, no. Un desastre.

Lotería de Navidad 2016

Tengo amigos en face que ya lo han colgado rollo "like": la lagrimita siempre vende, el Alzheimer nos enternece y la amistad desaforada y falsa de todo un pueblo volcándose con la abuela (Carmina) nos eriza los pelos, ¡cómo escarpias los tenemos! ¡Si ayuda hasta la policía! Hermoso.


Pero aparte de que estas ficciones flanders de un mundo feliz siempre me incomodan porque soy un optimista bien informado, la forma de enfocar el asunto me parece que está en el límite-límite entre la cursilería y la mala leche.  

Le montamos una fiesta a la abuela para que esté feliz que, total, está chocha y mañana no se acuerda de nada. Ya, ya, que es para que la mujer no se lleve un disgusto y disfrute aunque sean un día. Precioso.

Mañana que le expliquen que ha llamado Gary Cooper, que le ponía de jovencita,  diciendo que el sábado cenan juntos y así tendrá un par de días de ilusión y, de paso, nos hacemos unas risas todos y activamos la economía del pueblo: vestido para la ocasión, pelu, esteticien, todos ayudando para la gran cita.



Y el domingo, como la abuela era muy facha y ya no se acuerda de lo de Gary, que resuciten a Franco un par de días. En Google pones NODO y hay de todo.

El anuncio es una suerte de"el día de la marmota" en que cambiamos a Bill Murray por la abuelilla demenciada. Bill podía hacer cualquier bestialidad durante el día porque sabía que a las 6.00 volvería a sonar "I got you babe" y todo quedaría en el olvido. Aquí la abuela es el sujeto pasivo, podemos hacer de todo con ella que, total, se olvida. 


Es hora de que los publicistas, que deben haber ganado una pasta terrorífica con este anuncio, se lo curren otra vez. Utilizar abuelos con demencia, niños con carita de gato con botas sucios y pobres o enfermos, con el mismo lema de los dos últimos años es muy fácil y está muy visto. Que trabajen un poco o al paro. 


Lotería de Navidad del 2017


Les doy un ejemplo para el año que viene: primera imagen se ve el Parlamento Español, lugar donde asienta la soberanía del pueblo, en plena sesión el 22 de Diciembre, mientras los parlamentarios van siguiendo distraídos el Sorteo de Navidad. De repente murmullos y alguien grita "¡nos ha tocado!"


Efectivamente, el número premiado es el que vendía el bar del Parlamento (que sus señorías frecuentan más de lo confesable). Se abrazan los de Podemos con los del PP, Rufián con Susana Díez, los vascos entre ellos, los de Ciudadanos con todos (y ofrecen un par de pactos) Se abrazan de verdad, a lo Mas-Fernández, con amor, con pasión, con sentimiento, besándose, algunos con lengua y todo. 




Cuando acaba el jolgorío se retoma la sesión y pide la palabra un parlamentario de la oposición (que no quede claro el grupo para que nadie se ofenda9. Se levanta y dice: "dono mi número para sanidad", sube al estrado y se lo entrega a la Presidenta del Congreso. Acto seguido le imita un parlamentario al otro lado del arco: "dono mi número a educación" y también lo entrega a presidencia. 

Uno tras otro  todos los parlamentarios entregan su décimo premiado para las causas sociales de nuestro país. 

El anuncio acaba con el pueblo enfervorizado entrando en el Parlamento abrazándose y llevándose a hombros a sus políticos que, por primera vez, les representan. 

Al menos sería original (no sé si creíble) 

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