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sábado, 2 de julio de 2016

Libros del 2016, segunda parte.

Vae Victus. Albert Sánchez Piñol. 2015. 




Quien haya leído Victus (2012) disfrutará con su segunda parte,"Vae Victus", pero quien espere el torrente de emociones del primero ya puede ir bajando las expectativas porque no las va a encontrar.  

Hay libros que quizás no deberían tener continuación, aunque valga la pena como es el caso de "Vae Victus".  El final de "Victus" es tan perfecto, tan sublime, tan emotivo, que es imposible superarlo. Todo lo que venga detrás parecerá un mal sucedáneo. 

Para quien no lo conozca "Victus" es un libro de Albert Sánchez Piñol que habla de la guerra de Secesión Española que enfrentó a Borbones (FelipeV) contra austracistas y que concluyó el 11-S de 1714 con la entrada del ejercito borbónico en Barcelona, o sea, nuestra Diada de Catalunya, a través de los ojos de Zuvi "piernas largas" un ingeniero experto en construir y destruir defensas de las ciudades, un mercenario de primera división. 

Para el que no lo haya leído creo que es obligado porque se aprende, entretiene y emociona, lo que no se puede decir de muchos libros. 

"Vae Victus" es la continuación, desde el 12 de Septiembre del 1714 donde el cínico y ancianísimo Zuvi "piernas largas" explicas sus andanzas que le llevan desde Barcelona a convivir con los yumas, los ingleses y los franceses en América y por último con una expedición de los ingleses al nuevo mundo, pasando, como no, por una nueva guerra contra los borbones, está vez del lado de los franceses bajo la promesa de restaurar las libertades en Catalunya. 

Está escrito con esa agilidad que es la firma de Sánchez Piñol: divertido, bien llevado, con unas grandes dosis de cinismo pero también de humanidad. Un libro muy completo que, como mínimo, os entretendrá.  Absolutamente recomendable. Pero no es Victus. 

Los que seáis "muy españoles" seguramente os ofenderá por los improperios, bastante constantes, que va profiriendo sobre el bando borbónico, para mi gusto un pelo excesivas.

Dora Bruder. Patrick Moedano. 1997




No lo acabé. Es más, no llegué ni a la mitad. Decir que no me cautivó sería quedarse muy corto, me aburrió miserablemente. La búsqueda de Dora Bruder desaparecida en el París de la ocupación nazi es el centro de la historia pero la increíble profusión de detalles absurdos, por ejemplo la dirección exacta del ayuntamiento y millones de pasos insignificantes que va dando para desentrañar los secretos de la vida de Dora Bruner me aburrieron hasta llegar a un sueño profundo.

Si la prosa fuera una maravilla podríamos decir que es más importante el cómo que el qué, el camino que el destino, pero tampoco me parece una literatura espectacular. Frases cortas, telegráficas, nada especial.

Francamente, no conseguí interesarme nada en 30 páginas, así que puerta. Una decepción terrible, igual le intento dar otra oportunidad con otro título porque es un Premio Nóbel, pero sin mucha fe.


Sumisión. Michel Houellebecq. 2015 



Un libro curioso que habla de una Francia relativamente cercana en la que los islamistas se hacen con el poder en Francia. El protagonista, un "ateo light " cansado de todo, tiene que decidir que camino seguir tras los cambios políticos y culturales de su país. Para no hacer un spoiler no continúo, pero la poligamia juega un papel importante. Hay que leerlo sabiendo que es una provocación y no tomárselo demasiado en serio. Las feministas recalcitrantes se indignarán por el papel que el libro reserva a la mujer.

Es ameno pero el último cuarto se me hizo pesado por la múltiples referencias a Huysmans y otros escritores franceses que desconozco por completo. Momento para leer en diagonal.


Los últimos días de nuestros padres. Jöel Dicker. 2010 


Es el primer libro publicado de Dicker, famosísimo por su "La verdad sobre el caso Harry Quebert".


Hace un par de años que leí "La verdad... " y cero que el estilo es un poco diferente. En este libro recuerda mucho al Ken Follet en su trilogía del siglo XX.

Se trata de una novela en la que, con el hilo de la relación del personaje principal (Palo) con su padre, narra la historia de unos jóvenes franceses reclutados para participar en el SOE, una especie de fuerzas especiales inglesas que preparaban atentados y sabotajes en la Francia ocupada.

Bien escrito, fácil de leer y con un buen número de secundarios, parece escrita como futuro guión de cine. Quizás su mayor pecado es centrar demasiado la historia en la relación del padre con el hijo, que, aunque la hace más humana, le quieta verosimilitud.

Entretenido, buen libro para leer en verano, lo seguiréis fácil aunque tengáis tres niños chillando en la piscina, a 5 metros.

Viatjant amb cendres. Natàlia Rodríguez. 2015


Un descubrimiento. Un libro magnífico, pero no fácil de leer. Una mezcla de novela histórica y ensayo filosófico a lo Kundera. Es la historia de un escritor catalán emigrado tras la Guerra Civil a la URSS que regresa 40 años después a Barcelona con su mujer gravemente enferma. En su diario nos desgranando su filosofía de la vida formada por su adaptación a través de su lucha por la idea comunista, sus vivencias en la URSS y sus infinitas referencias literarias.

Es ameno, está exquisitamente escrito, con una prosa muy cuidada,  y te emociona, especialmente al final, huyendo de la sensiblería.

Muy recomendable para los que no seáis de lecturas fáciles y tengáis más referencias literarias que Gabo y Murakami, en especial los clásicos rusos (Dostoievski) a los que idolatra.

 A diferencia de "Los últimos días de nuestros padres" es para leer  por la noche, a solas, con un vaso de vino, y los niños bien acostados.

Libro para releer, con un fosforito en la mano, marcando frases, algunas geniales.




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