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domingo, 19 de junio de 2016

La dramatización de la normalidad. ¿Héroes?

"Todos somos héroes". "Las enfermeras somos ángeles". "Los médicos no dormimos durante 24 horas para salvar su vida". "Haría cualquier cosa por mis hijos". A esto le llamo yo "dramatizar la normalidad".


No sé si este autobombo está provocado por el efecto "red social" que hace que  todos queramos parecer súper interesantes o porque consideramos que nuestro papel en el mundo está tan devaluado que necesitamos darnos una buena sesión de auto-propaganda. Y para eso nada mejor que una dosis de "drama"

Medicina

Soy médico y sí, he hecho muchas guardias de 24 horas (ahora no que ya tengo una edad) y nunca se me pasó por la cabeza que los pacientes tenían que venerarme por eso. No voy por ahí diciéndole a los familiares  frases como "le he salvado la vida a su marido" o "llevo toda la noche sin dormir"


Evidentemente "salvar vidas" es algo inherente a mi profesión, es más, es mi profesión, alargar vidas y aumentar su calidad. Menuda noticia. No creo que tenga que publicarlo en "La Vanguardia". No soy un héroe por no dormir una noche o por saber que antibiótico le tengo que poner a una meningitis y así "salvarle la vida". Igual que no tengo que besarle los pies a un piloto por no estrellar el avión que me lleva a Venecia de vacaciones con mis hijos. 

Recuerdo un post de facebook de una amiga que puso algo así como "destrozada, tercera guardia de la semana". La contestación de otro amigo, demoledora: "haber sido peluquera".

A hacer guardias, a atender a tus pacientes lo mejor posible (humana y profesionalmente) se le llama cumplir con tu deber, que en nuestro caso es "salvar vidas". Sin más. Nada heroico.

Sé que hay médicos que van "de ese palo", pero que queréis que os diga, me parece lamentable.

Y sí, las guardias y nuestra profesión en general están mal pagadas, pero eso se tiene que arreglar de forma sindical y no poniendo chorraditas en el face o exigiendo a los pacientes una condición de héroes que no somos. 

Enfermería.

Por poner otro ejemplo que conozco muy bien. Pasa lo mismo que con los médicos, quizás de forma más exagerada  al tener todavía menos reconocimiento social (y sueldo). Esas frases de "somos ángeles siempre", "una sonrisa eterna para nuestros pacientes", "casarse con una enfermera es lo mejor del mundo por..." nos inunda en las redes sociales.


No entro en que lo que venden no es la realidad: "siempre con una sonrisa en la boca". ¿En serio? Que quede claro que si fuera enfermera tampoco estaría eternamente de buen humor porque tratar con los diferentes tipos de personas, y ellas tratan mucho más tiempo que nosotros, es más que complicado y, a veces, con ser educado uno está cumpliendo de sobras. Pero que no nos vendan motos. 


Pero además. es que atender a los pacientes de forma profesional, ser educado y agradable siempre que les sea posible no es una heroicidad, es su trabajo. Ni ángeles ni heroínas. Profesionales. Sin más. Lo mismo que a mi amiga de las tres guardias. Haber sido peluqueras. 

Qué buen padre, qué gran madre!!!

Hace unos 9 años me divorcié, desde entonces tengo la custodia compartida y he hecho con mis hijos lo mismo que hubiera hecho con ellos si hubiera seguido casado: los he querido, les he leído cuentos, me he levantado por la noche a ver cuando tenían fiebre, he renunciado a muchas cosas porque ellos eran la prioridad y he tenido fines de semana que parecía un taxi más que un padre. Hoy por ejemplo.

Lo que todos los que tengáis hijos conocéis, nada extraño aunque muy sacrificado. He cumplido con mi deber que para eso los he tenido. Pero a veces me decían "qué buen padre" con gestos de admiración por cumplir simplemente con mi deber. No soy ningún héroe por haber tirado adelante en mis semanas alternas con dos niños de 6 y 3 años (ahora ya son unos viejecillos y necesitan básicamente amor y pasta) Todo muy a gusto, que nadie me llame héroe por eso. 

En las redes también hay una "heroicificación" (palabro inventado) espectacular de la maternidad. Parece que antes de la actual generación no habían habido madres o lo tenían mucho más fácil. ¿Hay que hacer un monumento a todas las madres del mundo por hacer de eso, de madres?. Pues no.


Cesárea y efectos secundarios relacionados con el parto. 

Vamos con la cesárea. Parece que una cesárea es equivalente a que te hayan cortado las dos piernas. Terrible. Y se cuelgan en la red comentarios como si el niño lo tuviera que agradecer de forma infinita: su madre tiene una "terrible cicatriz" por su culpa.

Es un ejemplo de lo maravillosa que son las madres que se dejan "rajar" por sus hijos. Cuánto falso dramatismo.

El embarazo lleva unas cosas maravillosas como llevar un hijo dentro y sentirlo ahí, el nacimiento del niño y otras no tan positivas como los cambios corporales, el parto que puede incluir una cesárea o una episiotomía y la depresión post-parto. Nada que no supiéramos cuando nos pusimos en el negocio. Nuestras abuelas igual sí que eran heroínas porque la mortalidad materna no era ninguna broma. Pero ahora... ¿tenemos que dramatizar la cicatriz de la cesárea? ¿No tenemos suficiente con nuestro hijo?. ¿Qué te hagan una cesárea es un heroicidad? Y sí, soy hombre lo que ya sé que me inutiliza para hablar de estas cosas según la corriente actual. Presento mis disculpas.

Espero para ya un post hablando de que las colecistectomizadas son "fuertes", "unas valientes", "las mejores". Y eso que a ellas tras la cirugía les sale una vesícula asquerosa llena de piedrecitas y no un niño precioso (o feucho, que para el caso es lo mismo)


Y como estos cuatro ejemplos podemos poner 100.000: la policía, los bomberos, los abuelos que hacen de canguros de sus nietos, las personas que trabajan 12 horas para sacar adelante a su familia. La inmensa mayoría o cuidan a los suyos o tienen un trabajo de cara al público, con más o menos riesgos, con más o menos sacrificio. Nada que no se haya venido haciendo desde hace 4000 años al menos, pero ellos no tenían el facebook y similar para darse bombo.

Cuando un superlativo se aplica a la inmensa mayoría de la población pierde su condición.


¿Héroes? Pocos. Los voluntarios que van a dar una parte de su vida o sus vacaciones para una buena causa (sea refugiados o la pobreza en África) pero el resto solo cumplimos con nuestro deber. 


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